martes, 10 de noviembre de 2015

Rutas por Localidad; Aranjuez.



Mar de Ontígola, Aranjuez, Madrid


Mar de Ontígola: un paseo natural antes que complementa los tesoros de Aranjuez
Si Madrid tuviera mar... El suspiro es tan viejo como la memoria. Hasta Felipe II balbuceaba el sueño. Quizá por eso, cuando le encargó a Juan Bautista de Toledo -y luego a Gerónimo Gilí y a Juan de Herrera- represar el arroyo de Ontígola, en Aranjuez, lo bautizó como mar, por aquello de que la voluntad mueve montañas, quién sabe.
El humedal, a tiro de piedra de los jardines de Aranjuez, es un hogar confortable para cientos de aves, algunas durante todo el año, como los ánades reales o las pollas de agua, y otras ahora, en la invernada, cuando el frío acecha, como somormujos, patos cuchara o el porrón común, por citar parte de la nómina.
Es fácil llegar, incluso a pie. Nos situamos en la plaza de toros de Aranjuez. y desde ahi hay que tomar una calle- carretera llamada Camino de Ontígola. En seguida, a la derecha, vemos el agua y el comienzo de la ruta.
La senda ecológica no requiere más de una hora, y es perfecta para pasear antes de sentarse a la mesa de alguno de los restaurantes de Aranjuez. Para saborearla se requiere paciencia y prismáticos: las aves revolotean en las zonas más alejadas del camino, entre juncos y espadaña, dando la espalda al grupo de alumnos que esta mañana ha venido a empaparse de naturaleza.
Paneles informativos ayudan a entender el valor ecológico de una zona que, con un poco de mala suerte, podía haber acabado como una escombrera, pero que se ha conservado como un oasis para las aves y para nuestros ojos. Al final de la senda, una torreta permite apreciar el conjunto del humedal.

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